8 de noviembre de 2011

randomness indafeis

Y ya van cinco. De desolación.
Y fueron cuatro. De felicidad absoluta.


Ahora que de verdad lo malo gana a lo bueno... ¿No crees que deberías hacer un pensamiento?


Aunque ahora lo veas todo negro, mira atrás y piensa en lo feliz que fuiste. Vale la pena sólo por el hecho de haberlo vivido.
Y UNA MIERDA. Ahora a ver cómo supero esto.
Un clavo saca a otro clavo.
Y UNA MIERDA. Un clavo que se irá y tendrás que buscar a otro que también se esfumará y otro, y otro, y otro...


Me voy a buscar unos electrodos para resetear la mente y aprender a controlar los sentimientos. Anhelo volverme vacía, así no tendría una carga interior que me apuñala día sí y día también. Al saber que él sonríe y tú ya no eres la causante. Al tener un nudo en la garganta que te aplasta, te impide respirar, te hace llorar porque has dejado escapar aquello que te hacía feliz. Sentirte una inútil por haber sido utilizada.


Quiero olvidarme de su cara, de su olor, de sus bromas, del tacto de su piel contra la mía, de sus palabras, gestos, besos, del cosquilleo en las piernas, de la ilusión y esperanza. De todo aquello que es demasiado grande como para expresar con simples palabras. Todas esas sensaciones que están recluidas dentro de mi cuerpo y no tienen ganas de salir. De todo aquello que a veces me sorprendo de haber vivido.


Y pensar que todos los días que le veía relucía un sol traidor que ahora me mira con superioridad. Todos los días soleados, excepto hace cinco meses exactos, donde la lluvia competía con mis lágrimas.


Basta. Ahora sí que lo he intentado con todas mis fuerzas. Y me están intentando ayudar. Y quiero salir de este pozo. Y no encuentro ninguna cuerda. Sólo quiero destruir esta estrecha cárcel y salir corriendo.


Pero los recuerdos siempre acaban alcanzándome.

No hay comentarios:

Publicar un comentario