19 de noviembre de 2011

gtfo

No puedo juzgarle. Entiendo sus reproches. Que no lo hiciera aposta pero una sensación extraña se apoderara de su cuerpo. Que debería alegrarse, que le diera esperanza para aplicarse el cuento. Que le preocupara el hecho de que no le alegrara la felicidad ajena. Sí.


Igual que una asíntota. Extendiéndome infinitamente.
Esa impotencia al pensar que tú eres el único que se queda estancado, que no sigue adelante.
Suerte que Darwin y yo no coincidimos en esta vida... Su teoría de la evolución se hubiera caído a trozos con mi banal presencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario