27 de julio de 2011

Por pedir (perdón), que no quede.

Ayer fue el día de las gracias, hoy es el día de pedir perdón. Y sí, el maravilloso texto que sólo habla de lo bueno, ya llegará... tiempo al tiempo.



Perdón por haberme sobrevalorado al principio de todo esto. Perdón por haberte hecho pensar que conmigo superarías todos los problemas anteriores y que yo sería la persona definitiva. Perdón por hacerte pasar aquellos días llenos de nervios cuando no sabía qué camino tomar. Perdón (en realidad no) por querer arriesgarme e intentar salvarnos a los dos. Perdón por darte falsas esperanzas esos cuatro meses. Perdón por haber hecho que la distancia haya ganado la batalla contra nuestra relación. Perdón por haberte hecho creer que pasaríamos toda la vida juntos y que la tristeza no aparecería nunca más. Perdón por no saber estar a la altura. Perdón por haberte perdido sin ni siquiera tener oportunidad para luchar. Perdón por hacer que todo acabara. Perdón por no mantenerte a mi lado aunque te quiera como no he querido a nadie. Perdón por no ser capaz de superarlo. Perdón por descubrirme a mi misma gritando al vacío. Perdón por no saber vivir en la inopia. Perdón por querer caer una y otra vez. Perdón por no poder quitarme de la cabeza los momentos felices que pasamos juntos. Perdón por no huir. Perdón por vivir en el mismo bucle y absorber a todo lo que me rodea. Perdón por sentir un dolor que me da ganas de arrancarme la piel a tiras. Perdón por vivir anclada en el recuerdo. Perdón por no seguir adelante. Perdón por seguir creyendo que voy a recorrer el camino que me queda contigo. Perdón por no saber valorar lo que tenía (o eso parece). Perdón por querer sonreír sólo a tu lado. Perdón por no saberte querer, por hacer que escapes sin darte cuenta de que nadie - absolutamente nadie - va a dar tanto por ti. Perdón por no parar de pedirte perdón. Perdón tener que seguir aguantando mis problemas, porque está claro que después de leer todo esto no vas a sentirte nada bien. Pero sobretodo perdón por no ser capaz de superarlo porque, básicamente, lo está jodiendo todo. Y podría pedirte más perdones que lo único que harán avivar un fuego que yo misma he creado, así que paro de intentar buscarle un motivo a por qué hemos llegado a esta situación y me voy a seguir restregándome la mano contra la pared. Es más satisfactorio que volver a hacerte sentir mal. Y es que perdón por haber aparecido en tu vida para acabar poniéndola peor de lo que estaba.

1 comentario:

  1. Nunca, me oyes, NUNCA le pidas perdón a un cabronazo de mierda que estuvo CUATRO MESES haciéndote creer que te quería, prometiéndote mil cosas, haciendo que te pelearas con tus amigos por él, para después venirte con chorradas de "oh, no quiero estar con nadie", "oh, creo que nunca te he querido". No le pidas perdón a alguien así, porque no se lo merece.

    Esther, cambia de actitud. YA.

    ResponderEliminar